MITIN DEL TEATRO JUAN BRAVO (80 AÑOS)

El 14 de febrero se cumplen 80 años de un acontecimiento que no pasó inadvertido en su época, pero que quizá no haya sido recordado suficientemente. En 1931 y en ese mismo día, la recién creada Agrupación al Servicio de la República, convocaba en el Teatro Juan Bravo de Segovia un mitin como primer acto público (su fundación había sido el 10 de febrero) de aquella unión de intelectuales y profesionales interesados en construir un nuevo Estado. Su lider principal era José Ortega y Gasset, quien la constituyó, para disolverla el 29 de octubre de 1932, cuando consideró que los objetivos por los que había sido creado tal Agrupación, (a saber la proclamación de la II República y su supuesta consolidación) y teniendo en cuenta que sus componentes no eran propiamente políticos (aunque llegaron a ostentar 13 escaños de diputados) debían dejar paso a los que sí sentían esa vocación. En la fotografía podemos observar un momento de ese acto en nuestro Teatro Juan Bravo al que acudieron, bajo la presidencia de Antonio Machado, (al que se le ve leer), Pérez de Ayala, Gregorio Marañón y el mismo Ortega. En la mesa de enfrente se ve sentado y con barba a Rubén Landa tesorero del Partido Republicano de Segovia y a su derecha Norberto Hernanz Hernanz, abuelo mío y en ese momento Secretario del mismo partido, algo que según revela en sus memorias le quedaba algo grande, pero que asumió al ser elegido por unanimidad. En realidad él, como los demás intelectuales de la Presidencia eran apasionados de sus profesiones ( en el caso de mi abuelo, fundador de los Centros de Colaboración Pedagógica, la pedagogía) y tenían la política como una actividad secundaria, que en aquel momento de la Dictadura de Primo de Rivera, requería de sus servicios aunque fuera de forma transitoria. El caso es que aquí se celebró aquel Mitin, al igual que las compañías teatrales hacen los estrenos de sus obras, para luego presentarlas en el resto de España. Y luego pasaron 80 años, la Guerra Civil, la dictadura de Franco y la Democracia, en la que estamos. Cabría una última consideración a modo de dos preguntas. ¿Está la intelectualidad actual en España a la altura de la de aquel tiempo? ¿Tiene la intelectualidad española alguna misión dentro de la política actual? Al aire van como reflexión final.