Día de elecciones, día de mantener o cambiar las opciones políticas de municipios y autonomías.
A niveles locales quizá existan posibilidades reales de modificar la forma de gastar y economizar, la forma de legislar y de canalizar los recursos, pero los problemas serios del paro, la construcción, la deuda y similares, propios del sistema occidental de gobernarnos, que en este momento pasa por una profunda crisis, ¿lo podrán resolver estas elecciones? ¿y las generales? Ese es el reto, y ojalá sirva una nueva confienza en unos nuevos dirigentes para romper la inercia derrotista y podamos alejarnos del fondo y abandonarlo para siempre.