miércoles, 7 de julio de 2010
COQUETEAR CON LA HISTORIA
Está claro que la importancia de los acontecimientos que vivimos en primera persona es muy subjetiva. Pero hay determinados eventos que de tan vividos en la frustración, acaba
perteneciendo a nuestra mitología personal, y en esa mitologia de bolsillo pasan de los balcones a las conversaciones en forma de bandera, arenga, himno o proclama.
Al final, cuando después de años, pongamos cincuenta, nos encontramos metidos en una final del Campeonato del Mundo de Futbol, pongamos por caso, recordamos que cosas similares las hemos vivido en sentimiento colectivo unicamente cuando llegamos a la Luna, cuando ganamos por primera vez la Copa Davis o cuando conseguimos el Campeonato Mundial de Baloncesto. Nos quedamos sin contestación ante los que, sin este sentimiento tribal, nos miran con excepticismo en nuestra indefensa tendencia marcada por los instintos ancestrales, pero nosotros encogiéndonos de hombros contestamos: "Esto es lo que hay, así somos".
Desde ese así somos y con el convencimiento de que la historia también está marcada por el irracionalismo y sobre todo por eso, proclamamos la trascendencia social de este momento culminante de afrontar una final del deporte rey, que debemos disfrutar de esa forma juvenil que se viven determinadas ilusiones. Un saludo y luego, el resultado de la final ya es igual, aunque no indiferente a la vivencia de estos momentos únicos. Un saludo.
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