__Felix Andrade de la FuenteSin entrar en disquisiciones teológicas ni profundidades kenosísticas, hay un razonamiento a flor de sensibilidad que me surge y que expongo a modo de pregunta: ¿No había empezado Kiko Argüello su "Camino" en las barracas y con los pobres, para encontrar en ellos a Dios y a través del amor de Cristo, manifestado en esa entrega, avanzar en los propósitos iniciales de las Cominidades Cristianas primigeas y propagar la buena nueva, la nueva noticia "Dios te quiere y te salva" a todos los rincones del Orbe? ¿No se trataba de renovar y adaptar a los tiempos modernos y a las nuevas necesidades, el mensaje de Cristo de "id y proclamad el Evangelio", de forma activa y contagiante? ¿No residía la belleza de aquellos años iniciales, en ir descalzo a catequizar y mantener por encima de todo, incluso de algunas normas, El Espíritu, que todo lo da y al que todo se entregaba, con el fin de vivir el Camino como algo activo y vital? ¿Cabría esperar en alguno de aquellos propagadores, "Kiko", Carmen Hernández, Serrat, etc... con aquella fuerza y aquel carisma iniciático, el aislamiento de la vida y de sus sinsabores? ¿Cabría esperar que hoy en día se enorgullezcan de tener a 4000 mujeres convertidas en monjas de clausura, la mayoría jóvenes y estudiantes? ¿No habíamos quedado en que determinadas acciones, como rezar el rosario, casarse invitando a la familia, comulgar de pie, o hacer genuflexiones, o persignarse y darse golpes de pecho, era regresar a épocas pretéritas que había que superar gracias a esta renovación de las promesas bautismales y a la acción? ¿Qué ha cambiado que tenga que ver con ciertas concesiones a las altas gerarquías romanas y a cambio de qué?. Mientras tanto las Clarisas de Lerma aumentan sus listas de espera de jóvenes, muchas de ellas provenientes del Camino Neocatecumenal, para que en clausura, dediquen su vida entera a la oración. ¿QUERRÍA ESO, DE VERDAD, JESUCRISTO? Quizá alguien razone que sí. Yo, sinceramente y razonando con toda la honestidad que me es posible, lo dudo. Muchas gracias.
Jesús le dio muchísima importancia a la Oración en silencio, a solas: estuvo un mes y pico retirado en el desierto rezando y ayunando, además de muchísimas noches en vela, a solas, apartado, en el monte, etc...; también nos ha dejado innumerables alusiones a la Oración como uno de los pilares fundamentales del Cristiano para llevar a cabo su misión.
ResponderEliminarPor eso creo que estos hombres y mujeres que en su libertad toman la decisión de apartarse a un lugar en silencio para dedicarse plenamente a la Oración por la Iglesia, no es sino poner en práctica el Evangelio.
Saludos y la Paz esté con todos.
Javier.