ENORME TRAVESÍA DE LA MUJER MUERTA

_______Jon Mikel Benito

XXXVII (27ª ) TRAVESÍA INVERNAL DE LA MUJER MUERTA

El pasado domingo día 21 de Febrero del 2010 se celebró la ya clásica marcha organizada por el Club de montaña Diego de Ordás de Segovia. La salida oficial tuvo lugar a las nueve horas a.m. desde el Parking del panorámico de La Losa. Sobre un centenar de montañeros y montañeras se dieron cita para acometer el reto a pesar del pronóstico de mal tiempo que daban precipitaciones de nieve y vientos. Por la vereda del Canchal, en dirección a la Pinareja, primera cumbre importante de 2.194 m se dirigían en grupos de dos tres ó cuatro formando las cordadas para los pasos de control. Al llegar al Cerro de la Muela sin la protección del pinar los vientos fuertes hacen que tengan que emplearse a fondo para atravesar esa zona, añadiéndose además la niebla y la ventisca. Una vez alcanzado la cabeza de la Mujer Muerta, el siguiente objetivo era la Peña del Oso ( 2.196 m), alternándose en este momento las nubes y claros, siendo el espectáculo realmente impactante y precioso de naturaleza salvaje en estado puro.

El siguiente punto es el pico y puerto Pasapán de 2001 y 1.843 m, alcanzándose entre la 1 p.m. por los más avanzados y las 2 p.m. por el grueso de la expedición. Algunos aprovechaban para recuperar fuerzas e hidratarse porque esperaba todavía la subida hacia el cordal de la Sierra del Quintanar, empezó una fuerte nevada, para dar más emoción si cabía a la jornada. Dejando el Pico Carmochín a la izquierda la ruta se dirige hacia Peña del Hombre 1.807 m y comienza el descenso por el valle del río Casaminas hacia la Estación de Otero de Herreros hora de llegada entre las cuatro y seis de la tarde para toda la expedición. El recibimiento de los organizadores de la marcha con merienda, regalos y toda clase de ricas viandas para reponer fuerzas tras ocho horas de esfuerzo con condiciones climáticas duras. A destacar la buena organización y el buen ambiente entre los montañeros, y la satisfacción por parte de todos de haber pasado un precioso día de montaña y en buena compañía.