jueves, 21 de enero de 2010

GRACIAS POR LA ENTREGA (En homenaje a Catalina Hernanz Mínguez)

Referente a Catalina diré que, ahora que está ausente, bueno sería dejar constancia escrita, de alguna de sus características vitales, como homenaje que le hace quien de ella vino. Aquellas que siempre pensé contar en momentos como éste, como que llegó al mundo el año del TBO o de la fachada del Teatro Juan Bravo, (también de la Revolución Rusa) y que estudió en el Instituto Escuela de Barcelona (que seguía las directrices de la Institución Libre de Enseñanza), durante una juventud que le hizo ser catalana en Castilla (su tierra de nacimiento) y castellana en Cataluña (su tierra de devoción). Allá vivió la intranquila y a la vez prebélica época de la Segunda República y oyó gritar por las calles lo de "Visca Maciá, mori Cambó", para sufrir más tarde en la Guerra, las calamidades del hambre, los bombardeos y la visión de la muerte por las calles. Eso sí, su relato quedaba siempre dulcificado por el bote de leche condensada que llegó a sus manos y por ende a su boca, al entrar "los nacionales" y pacificarse un poco el rugir de tripas. Atrás quedaba la rebusca de patatas, en las afueras de Barcelona, para luego lanzarse del tren en marcha y así evitar los controles a la vuelta. Después llegó una postguerra de racionamientos y sinrazones, de la que escapó en su itinerar por San Sebastián y Astorga hasta recalar en la Segovia de sus sentimientos encontrados, donde ya casada y con hijos, dedicó su vida al buen hacer del hogar. Sentimientos de amor y agridulces del regreso a la Castilla austera, donde nunca retomó, imbuída en un ambiente parroquiano de misa y ropero que no entendía, sus raices culturales y sociales. Pero de eso, egoístamente, nos aprovechamos sus hijos, recibiendolo todo de su integridad y concienzuda sapiencia. De eso mamamos, en nuestro beneficio futuro, de aquellos principios que ella consideraba indiscutibles (también a veces los dicutíamos) y que ayer mismo, se llevó consigo para siempre. Gracias por la entrega mamá. Seguiremos debatiendo del porqué de las cosas y de las incongruencias de la vida, en cualquier rincón de mis sensaciones. Muchas gracias.

1 comentario:

  1. Bonitos pensamientos para este pequeño homenaje que brindas a la abuela. Yo creo como tú, que seguiremos teniendo esas conversaciones con ella... Un beso abuela!

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