_________Editorial"España es un país inculto, gozosamente inculto, deliberadamente inculto, pero hace ya mucho tiempo que alardea de ser inculto, y con gente así, esa Ley de Memoria Histórica es ponerle una pistola en la mano" Esto es lo que dice Arturo Pérez Reverte en El Mundo y esto y otras "flores" es lo que creo debería cuestionarse decir, si quiere ser, a partir de ahora, lo creible que ha sido hasta aquí. Y no es esa frase lo único que ha dicho negativo referente a la mayoría de edad que se suponía tiene el pueblo español. No es una frase sacada de contexto, sino la forma en que últimamente nos tiene acostumbrados el señor Reverte a categorizar.
Dice cosas como que "la memoria histórica analfabeta es muy peligrosa", o que "En España todos hemos sido unos hijos de puta", y lamenta que no hubiera "una guillotina al final del siglo XVIII en la Puerta del Sol". Esto aparentemente lo dice para "quitar hierro" al debate de la memoria histórica de la Guerra Civil, que le parece exagerado e inapropiado para este momento, pero nosotros esperamos que lo diga figuradamente y no con el corazón en la mano.
No nos cabe duda que se puede debatir lo que se quiera sobre el tema y apoyar o no, estos movimientos aparentemente tendentes a restablecer para siempre el equilibrio que se descompensó al principio de aquella guerra, aunque es verdad que muchas veces opinan los que menos tienen que opinar o, como él dice, basándose en el testimonio de un abuelo o un padre que vivió aquello, categorizan sobre a quien hay que juzgar o anatemizar.
Pero no me negarán que sentirse, como hace Reverte, tan seguro y categórico, lo único que le hace es perder la razón por los bordes. Lo mismo ocurre con respecto a las afirmaciones "salvajes" que hizo hace no mucho sobre la clase política. Esa descalificación destructiva a lo único que conduce es a la crispación. Da la sensación de que, una vez se ha cargado de sus razones ( no digo yo que no las tenga en muchas ocasiones) se transforma en una máquina arrojadiza de exabruptos, tratando de imitar, quizá, aquel estilo que caracterizaba a Camilo José Cela, por su contundencia.
Pero aquel estilo, que en su momento hizo gracia o rompió moldes desentonando con una tendencia más conservadora, se transforma hoy en un estilo tan peligroso como el que él quiere evitar, convirtiendo su discurso en un contrasentido mediático. Señor Reverte, admiramos su saber, su buena y acertada pluma (no para premio Nobel de literatura pero buena) pero no quiera aprovechar ese lugar privilegiado que le confiere el estar arriba en el mundo de las letras, para convertirse en un padre de la patria y referente histórico de lo que debe o no hacer el pueblo español. Usted sabe mucha historia, quizá más que cualquier otro españolito de a pie, pero no se base en eso para descalificar tan rigurosamente el debate en torno a esa "memoria", ya que mucha de la gente que lo defiende y lo ataca, (al debate) está quedando por encima de usted, mostrando una moderación y responsabilidad, de la que en este momento usted carece. En nombre del parlamento popular que formamos todos los españoles de la mayoría silenciosa moderada Sr. Arturo Pérez Reverte,le llamamos al orden: "Atempérese", "Nadie por dialogar y reflexionar sobre cualquier tiempo pasado que no fuera mejor, va a ver nacer entre sus manos una pistola". "No quiera catequizar ni estar por encima de nuestras morales, que nuestras morales ya de por sí se sujetan a sí mismas responsablemente". Y un saludo que nunca viene mal.
