Hace un par de semanas ha tenido lugar el fallo en los premios a emprendedores que convoca anualmente la obra social de Caja Segovia. Dotados con 6.000 euros y un curso Online de gestión de PYMES impartido por EOI Escuela de Negocios.
He empezado el post como si fuera el responsable de comunicación de la Obra Social de esta entidad, nada más lejos de la realidad. Vengo siguiendo estos premios porque en el tribunal participan los principales actores de la economía segoviana, Concejales, Cámara, Caja Segovia…
Los cuales dan una idea de que es lo que se busca impulsar para potenciar el desarrollo económico en la provincia, que puede ser espejo de muchas pequeñas provincias españolas en la misma situación que la segoviana, tejido industrial débil, agricultura, ganadería y sector servicios con la hostelería al frente son los motores económicos de una región, en la que la crisis ha borrado a la construcción del mapa, principal palanca de crecimiento en la última década.
Pues bien, los señores de Caja Segovia consiguen otra vez sorprendernos a todos con el fallo de estos premios, en una provincia donde el sector del turismo rural está saturado gracias a muchos factores, entre ellos, los fondos europeos destinados a tal efecto.El primer premio del tribunal se lo lleva un centro de turismo rural. Viva la Innovación!!, pero la INNOVACION PROVINCIANA.
Dice el estudio de cámaras de comercio sobre la competitividad española, que las TIC son una palanca esencial para el incremento de productividad en las Pymes, pues bien, ni uno de los seis proyectos ganadores incluyen tecnología en sus Business Plan. Otros premiados, son servicios de asistencia a la tercera edad y joyería histórica, sigo sin encontrar ni la “I”, ni la “D” , ni la “i” minuscula…
No quiero pensar mal sobre los señores del tribunal, aunque ya sabemos como funcionan los amiguismos en las provincias de esta España nuestra, así que pensaré que ciertamente la ineptitud es lo que les mueve. En una provincia que adolece de una huida de talento brutal, hacia la capital, Madrid, que se encuentra apenas a 20 minutos en Ave. Con una oferta universitaria muy digna para cincuenta y pico mil habitantes de ciudad (Campus de UVA, Campus de IE university).
No quiero creer que el espíritu emprendedor no es capaz de aprovechar ese torrente de cualificación que mana de las universidades, no quiero creer que no se pueda atacar a un mercado potencial de millones de personas a tan sólo 80 kilómetros de distancia y con unos costes operativos y de establecimiento sensiblemente más bajos que los de la capital de España (Cuan alto es el Sistema Central señores!). Y no quiero creer que los agentes económicos involucrados no sean capaces de verlo.
Por el bien de la provincia, espero que la cosa no se quede en casas rurales y residencias de ancianos, que se aprovechen estas iniciativas para potenciar la innovación, para premiar ideas diferenciales que aprovechen las ventajas competitivas, que las hay, en los límites de la capital de España. Que se retenga el talento, que como dicen Ridderstrale y Nordström, en su libro Funky Business, es el que hace bailar al capital.
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