Manifestación por la vida humana (o mirarse en exceso al ombligo)

_________________Eutimio de Rojas Blanco
Envío mi opinión, porque soy consciente de que aunque, una gran mayoría de las personas que van a manifestarse hoy en Madrid, lo van a hacer sinceramente, debieran a su vez considerar otros factores que añadir o descontar en su protesta, para que ella fuera más honesta e imparcial.
En primer lugar deben ser sinceros y reivindicar la vida humana, no la vida a secas, porque está claro que cualquier vida, que no sea la humana, o no les preocupa en este momento, o no consideran que corra peligro, ni que tenga la misma importancia que la humana. En segundo lugar, deben darse cuenta de que hay vida animal que desaparece a millones, continuamente, y que no ocasiona ningún transtorno moral ni ético a los humanos y que eso huele a tufillo partidista.
También deben considerar que hay 1000 millones de hambrientos en el mundo ( uno de cada 5 humanos) y esa cifra no es susceptible de bajar a corto plazo y que quizá sería más humanitario considerar algún plan de Control de Natalidad Humana, convenientemente legislado, para evitar más desgracias por superpoblación. Además recordaría a los creyentes, que su Dios omnisciente (que lo sabe todo) seguramente no "construirá" en ningún caso, las almas de aquellos embriones, por saber que van a ser abortados. Sería un cálculo erróneo por su parte, de forma que esas ánimas, en buena fe, no habrán sido ni siquiera creadas, al saber, la Suprema Sabiduría, que no llegarán a nacer.
Queda así garantizado que, aunque se destruyen conatos de vida, nunca han sido ni serán "ánimas". También, como última reflexión, indicaría que aunque el ser humano ha sido el "ganador de esta carrera por la supervivencia y la supremacía universal" nada nos hace pensar que no hubieran podido ser las ballenas, los dinosaurios, o los elefantes, y que hay dioses indúes muy respetables con forma de elefante, que así lo sugieren. Dicho esto, que cada cual se manifieste en el sentido que crea oportuno, pero no mirándose en exceso al ombligo. Gracias.